CÓMO HACER EL PURÉ DE MANZANA Y BONIATO PERFECTO PARA BEBÉS

La manzana y el boniato son una combinación de puré estupenda. Ambos tienen un sabor ligeramente dulce y la textura almidonada que mezclados dan un puré perfecto.

La razón por la que éste entra en mi lista de purés favoritos para bebés es que ha demostrado ser un salvavidas en varias ocasiones. Un salvavidas contra el estreñimiento.

Durante los primeros días y semanas de introducción de los alimentos sólidos, los bebés pueden tener problemas para hacer caca, ya que su pequeño aparato digestivo puede no estar acostumbrado a los alimentos sólidos. Mi hijo no era diferente.

Aunque no tuvimos grandes problemas (como semanas de estreñimiento del bebé) sí que tuvimos días en los que mostraba signos de estreñimiento y malestar. Y fue entonces cuando llegó este Puré de manzana y boniato para bebés. Y funcionó siempre.

Aquí tienes una sencilla receta de potitos caseros, fáciles de hacer y repletos de nutrientes:

Ingredientes:

1 batata mediana
1 manzana pequeña
1/4 taza de agua o leche materna/formula

Instrucciones:

Pelar y cortar el boniato y la manzana en trozos pequeños.
Poner el boniato en un cazo y añadir agua suficiente para cubrirlo. Llevar el agua a ebullición y luego reducir el fuego a lento.
Cocer el boniato durante unos 10-15 minutos, o hasta que esté blando y tierno.
Escurrir el boniato y añadirlo a una batidora o robot de cocina.
Añada a la batidora la manzana troceada y una pequeña cantidad de agua o leche materna/formula.
Mezclar los ingredientes hasta obtener una consistencia homogénea, añadiendo más líquido si es necesario.
Una vez que la comida se haya enfriado, puede servirse al bebé en pequeñas cantidades o guardarse en el frigorífico o el congelador para su uso posterior.

Esta receta es una gran introducción a los alimentos sólidos para bebés, ya que es fácil de digerir y está repleta de vitaminas y minerales esenciales, como la vitamina A y la vitamina C. También puedes añadir otras frutas o verduras, como plátano, arándanos, aguacate, guisantes, etc. A medida que tu bebé crezca, puedes ir introduciendo en su comida sabores y texturas más complejos.